Este programa, apoyado por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito UNODC apoya la sustitución de cultivos ilícitos a través de la producción, la transformación y comercialización del cacao como chocolates bajo la marca Anorí. También promueve el fortalecimiento organizativo de más de 110 pequeños productores que han encontrado en el cacao una fuente de ingresos legal y sostenible.